“Una voz interior que me invita nuevamente a ser prudente con mis palabras, no solo las dichas, también las pensadas. Lo cierto es que nunca he podido dominar mis impulsos. Me reconozco como una mujer con poco filtro o nada de filtro, brutalmente honesta y tempestiva.
Por desgracia, no es posible que no haya nadie, estoy yo para recordarme lo que aún no logré. Grito con mis pensamientos que no puedo detener”
Nosotros mismos somos las peores personas recordandonos nuestros fracasos.
Me gustaLe gusta a 1 persona