Amo los intentos y las transformaciones. Las ganas de crecer venciendo el ego. La superación del fracaso a través de la aceptación del mismo. La unión de voluntades y el trabajo en equipo. Los ojos que brillan ante la espera de un cambio. El niño que todos llevamos y que se escurre de a ratos. El capricho camuflado en propuesta, el juego solapado en tareas. El odio que esconde tristeza y que cuando se lo sospecha se desarma en lágrimas.