Espacios infantiles, hoy encogidos con el paso del tiempo y la suma de años en mi haber
Afuera me miran a través de lentes gruesos
empañados de neblinas y de lágrimas petrificadas
A pesar de todo, aquí estoy
sin vascilaciones ni miramientos
juntando fuerzas
siguiendo flashes
pisando huellas imperceptibles
dando lugar a los guiños del infinito
Porque la VIDA es solo un instante existencial
un átomo del Universo
un solo aliento
y es mía