Una niña y sus dos colitas largas.
Un triciclo en una vereda ancha.
Una ventana sin rejas, un disco que salta y tu pañuelo.
Un delantal, harina y masa. Arroz con leche, canela, y una jarra enlozada….aroma a vainilla y miel de caña.
Un mantel a cuadros, un frutero y tus manos. Tus manos siempre en casa, entre abriendo las puertas de cara al sol y a las margaritas blancas…Y yo
Yo que te miro en blanco y negro, y me veo niña a través de los años. Y entre tanta lágrima y nostalgia logro distinguir el verde de mi vestidito largo.
Sandra Defrancesco